El martes 17 de Febrero se celebró la II Jornada de Cuidados Paliativos de nuestro departamento. La Jornada se centró en la evaluación del paciente subsidiario de recibir cuidados paliativos, y contó con varias ponencias.
En la primera de ellas la Dra. Amparo Melchor, compañera de centro de salud de Trinitat de Valencia, nos presentó el instrumento NECPAL, desarrollado para identificar, en fases tempranas a los pacientes subsidiarios de recibir este tipo de cuidados. Amparo insistió en la necesidad de hacer una identificación temprana, y de no tener miedo a la hora de codificar a un paciente con el código V66.7 pues esto no significa en absoluto que lo estemos desahuciando, al contrario, significa que la atención, el cuidado que se le va a proporcionar va a ser mucho más exquisito. Como ella decía, 'lo voy a mimar mucho más'.
A continuación presentamos el protocolo de actuación desarrollado por el grupo de trabajo de Cuidados Paliativos del departamento, con el que se pretende sistematizar, en la medida de lo posible, la actuación desde los equipos de Atención Primaria ante las necesidades de estos pacientes. La idea es tratar de conseguir una mejor coordinación dentro del equipo de atención primaria (medicina, enfermería, trabajo social, puntos de atención continuada), y con otros niveles asistenciales (UHD, urgencias hospitalarias, especialidades hospitalarias).
El objetivo es identificar lo más tempranamente posible a los pacientes crónicos, con enfermedad terminal, subsidiarios de una orientación paliativa en sus cuidados, y garantizar que la atención que reciban sea de la mejor calidad posible: integral (del paciente y del núcleo paciente-familia), multidisciplinar, y programada (tratando de anticipar necesidades).
Posteriormente Marina Ruivo, residente de 4º año de MFyC hizo una magnífica y amena exposición sobre el concepto de espiritualidad (concepto que cobra especial importancia al final de la vida y al que muchos médicos de familia tememos). Marina nos ilustró sobre cómo evaluarla, y cómo abordarla de la forma sencilla y eficaz.
Luisa Tarrasó, médica de la Unidad de Hospitalización Domiciliaria (UHD) nos expuso cual es el funcionamiento de la unidad, de reciente creación, y en qué casos se hace cargo y cómo de los pacientes subsidiarios de recibir cuidados paliativos.
Y para finalizar Eduardo Zafra, Jefe de Atención al Paciente Crónico y Hospitales de Media y Larga Estancia, de la Consellería de Sanitat, cerró la jornada con datos muy interesantes sobre identificación y atención de pacientes subsidiarios de recibir cuidados paliativos en nuestro departamento, y en otros. Presentó las fortalezas con las que contamos, y nuestras debilidades y áreas de mejora.
El objetivo es identificar lo más tempranamente posible a los pacientes crónicos, con enfermedad terminal, subsidiarios de una orientación paliativa en sus cuidados, y garantizar que la atención que reciban sea de la mejor calidad posible: integral (del paciente y del núcleo paciente-familia), multidisciplinar, y programada (tratando de anticipar necesidades).
Posteriormente Marina Ruivo, residente de 4º año de MFyC hizo una magnífica y amena exposición sobre el concepto de espiritualidad (concepto que cobra especial importancia al final de la vida y al que muchos médicos de familia tememos). Marina nos ilustró sobre cómo evaluarla, y cómo abordarla de la forma sencilla y eficaz.
Luisa Tarrasó, médica de la Unidad de Hospitalización Domiciliaria (UHD) nos expuso cual es el funcionamiento de la unidad, de reciente creación, y en qué casos se hace cargo y cómo de los pacientes subsidiarios de recibir cuidados paliativos.
Y para finalizar Eduardo Zafra, Jefe de Atención al Paciente Crónico y Hospitales de Media y Larga Estancia, de la Consellería de Sanitat, cerró la jornada con datos muy interesantes sobre identificación y atención de pacientes subsidiarios de recibir cuidados paliativos en nuestro departamento, y en otros. Presentó las fortalezas con las que contamos, y nuestras debilidades y áreas de mejora.
La Jornada tuvo muy buena acogida lo que indica que es un tema que genera inquietud entre los profesionales. La atención al enfermo terminal siempre fue una tarea característica de los "médicos de cabecera". De un tiempo a esta parte se ha producido un abandono de esta actividad debido, por un lado, al aumento de carga asistencial a la que nos hemos visto sometidos y por otro, a la aparición de equipos disciplinares encargados exclusivamente de cuidados paliativos, y de unidades de hospitalización a domicilio.
De esta forma, la continuidad y la longitudinalidad ("desarrollando sus actividades a lo largo de toda la vida de las personas, en los diferentes lugares en que vive y trabaja y en el seno de los distintos recursos, centros y servicios del sistema sanitario") que caracterizan a la Atención Primaria de Salud se truncan en uno de los momentos en que más importante es nuestra presencia: al final de la vida de nuestros pacientes, momento en que agotadas todas las posibilidades terapéuticas, lo que corresponde es cuidar y acompañar a paciente y familia, en el lugar más propicio para ello, su domicilio.
Nuestra intención es, por tanto, recuperar y afianzar esta parcela: 'atender a pacientes con enfermedad avanzada y necesidades de cuidados paliativos es un enorme privilegio al que la Medicina Familiar y Comunitaria no debe renunciar'. Para ello es necesaria una mejor formación, recursos y protocolos que se adecuen a necesidades reales, una estrecha coordinación con otros niveles asistenciales y una reorientación de la forma de trabajar en los centros de salud. Es necesario que los médicos de Atención Primaria, al igual que lo hace enfermería, tengamos parte de nuestra agenda dedicada a ofrecer atención en los domicilios de los pacientes, de forma programada.
De esta forma, la continuidad y la longitudinalidad ("desarrollando sus actividades a lo largo de toda la vida de las personas, en los diferentes lugares en que vive y trabaja y en el seno de los distintos recursos, centros y servicios del sistema sanitario") que caracterizan a la Atención Primaria de Salud se truncan en uno de los momentos en que más importante es nuestra presencia: al final de la vida de nuestros pacientes, momento en que agotadas todas las posibilidades terapéuticas, lo que corresponde es cuidar y acompañar a paciente y familia, en el lugar más propicio para ello, su domicilio.
Nuestra intención es, por tanto, recuperar y afianzar esta parcela: 'atender a pacientes con enfermedad avanzada y necesidades de cuidados paliativos es un enorme privilegio al que la Medicina Familiar y Comunitaria no debe renunciar'. Para ello es necesaria una mejor formación, recursos y protocolos que se adecuen a necesidades reales, una estrecha coordinación con otros niveles asistenciales y una reorientación de la forma de trabajar en los centros de salud. Es necesario que los médicos de Atención Primaria, al igual que lo hace enfermería, tengamos parte de nuestra agenda dedicada a ofrecer atención en los domicilios de los pacientes, de forma programada.
Un saludo.
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