miércoles, 5 de febrero de 2014

LEISHMANIASIS

La leishmaniasis es una enfermedad bastante olvidada por la mayoría de nosotros, pero tenemos que tener presente que es endémica en nuestro país y es posible que a lo largo de nuestra vida profesional nos enfrentemos a ella en alguna ocasión. El martes pasado Isabel Bermúdez, residente de 4º año, presentó en la sesión un caso clínico que han tenido recientemente en consulta. 

En nuestro departamento, entre finales de 2012 y 2013 se produjo un brote en la zona básica de Tous, un municipio de unos 1.300 habitantes, muy conocido por su pantano. Inmediatamente se estableció una red de vigilancia para el control de los casos, a varios niveles, coordinado desde Salud Pública. Hemos solicitado información acerca de este brote, en cuanto nos la faciliten la compartiremos con vosotros. También en primavera de 2012 se produjo un brote importante en Fuenlabrada. Este brote tuvo bastante repercusión en los medios de comunicación y el Ayuntamiento de Getafe elaboró unos folletos sobre cómo protegerse de ella. 

La transmisión es a través de la picadura de un insecto, el flebotomo, y su reservorio en nuestro ámbito suele ser el perro, pero también la rata, las liebres... En su exposición, Isabel presentó un caso de leishmaniasis cutánea, que es la que con mayor frecuencia se da en nuestro medio. 

Os dejamos sus diapositivas, y un artículo muy completo publicado en la revista AMF en 2012, en relación al brote de Fuenlabrada, en el que nos dan una serie de puntos clave:


  • La leishmaniasis es una enfermedad infecciosa parasitaria, endémica en España, y con amplia extensión universal.
  • Cursa frecuentemente con brotes epidémicos relacionados con desnutrición, cambios poblacionales o medioambientales.
  • En la cuenca mediterránea la especie patógena es L. infantum, el reservorio habitual es el perro y el vector, el flebótomo.
  • Las dos formas clínicas que produce L. infantum son la enfermedad cutánea y la visceral, pudiéndose dar casos menos frecuentes de afectación ganglionar exclusiva, y otras formas en inmunodeprimidos.
  • La leishmaniasis visceral (LV) se manifiesta por fiebre sin focalidad aparente de duración intermedia y bien tolerada al inicio, el hallazgo de esplenomegalia y pancitopenia.
  • La lesión clásica en la LC es la aparición de una pápula o nódulo que evolucionan con ulceración y costra central, aunque puede haber una gran variedad de presentaciones clínicas.
  • La LC por L. infantum suele tener un curso benigno y autolimitado, pero puede producir cicatrices antiestéticas o limitantes.
  • El diagnóstico debe demostrar la presencia del parásito en los tejidos por visualización directa, cultivo o PCR, aunque en la LV se considera diagnóstica también una serología positiva, si la clínica es compatible y persistente.
  • El diagnóstico y el tratamiento son hospitalarios, por lo que los pacientes deben ser derivados y, en situación de brote, mantener una adecuada coordinación.






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