Clásicamente se hablaba de tres niveles de prevención (primaria, secundaria y terciaria). Los grandes avances y la tecnificación de la medicina, el populismo de gobernantes, con el fin de conseguir votos, junto a los intereses comerciales de grandes compañías han creado en la población la sensación que casi todo se puede prevenir y curar, y que el sufrimiento no puede formar parte de nuestras vidas. Así, problemas de la vida cotidiana se han etiquetado como enfermedades (la muerte de un familiar, la pérdida de un puesto de trabajo, la timidez...), se medicalizan situaciones fisiológicas (la menopausia) o se consideran patológicos determinados parámetros analíticos que están dentro de la normalidad (por ejemplo, colesterol mayor de 200mg/dl). Chequeos, campañas de screening de dudosa eficacia, demanda de pruebas y la creencia que hay que salir de la consulta con una receta para cualquier cosa ha llevado a que hablemos de un cuarto nivel de prevención: evitar el daño causado por la medicina.
El año pasado el Ministerio de Sanidad puso en marcha un proyecto denominado Compromiso por la Calidad de las Sociedades Científicas en el que han formado parte las sociedades de Atención Primaria, entre ellas la SEMFyC que ha elaborado un documento que presentará oficialmente en el próximo congreso nacional en el mes de junio. "El objetivo de este documento es disminuir las intervenciones innecesarias, aquellas que no han demostrado eficacia, tienen escasa o dudosa efectividad, o no son coste-efectivas."
En la sesión de la semana pasada tratamos sobre ello. Fue presentado el documento "No hacer" para quienes no lo conocían y posteriormente mantuvimos un interesante debate. Os dejamos la presentación con las 15 recomendaciones propuestas por la SEMFyC.
Saludos.
No hacer from Alberto Pedro Salazar
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